En nuestra escuela de inspiración cristiana y carisma claretiano, enseñamos y aprendemos para desarrollar conocimiento, con sensibilidad social y pensamiento crítico y propositivo que impulse a participar en la transformación positiva del mundo y la cultura, construyendo una sociedad humana y humanizadora.
Asumimos del carisma claretiano:
- Que el “hacer con otros” es el modo de trabajar creativamente en equipo desde una cultura colaborativa y, abordando las diversas situaciones escolares desde la palabra y el diálogo.
- Un estilo educativo centrado en la cordialidad y la ternura de los vínculos y relaciones comunitarias, propiciando el desarrollo de habilidades sociales que favorezcan relaciones de comunión y de servicio.
- Una ética del cuidado personal, social, ambiental al servicio de una vida plena en especial de los más pobres.
- La concreción de nuestra dimensión misionera a través de la proyección al barrio y a otras comunidades.
- Animando a la comunidad educativa para vivir un ambiente de cordialidad, aceptación de la diversidad, diálogo respetuoso, constructivo y solidario.
NOTAS DE IDENTIDAD DE LA COMUNIDAD DE EDUCADORES
- Somos los principales promotores de la dignidad del ser humano en su totalidad acompañando los procesos del desarrollo afectivo, cognitivo y espiritual.
- Nos mantenemos formados y actualizados para diseñar una propuesta curricular inspirada en el Evangelio en diálogo con la realidad para que los y las estudiantes construyan la competencia ética integradora del ser, saber, pensar, decir y actuar contribuir al cambio social desde el cuidado de la vida.
- Formamos a las y los estudiantes desde la perspectiva de competencias, en tanto modo de enseñar a discernir, el desempeño responsable en diferentes contextos de la vida personal y social integrando el saber, el saber ser, saber hacer y saber convivir.
- Hacemos una lectura del contexto social que atravesamos y del contexto familiar de los/as estudiantes y ofrecemos propuestas pedagógicas significativas considerando las trayectorias escolares de cada uno/a, acompañándolos en su crecimiento vital.
- Atendemos la diversidad en las aulas, es decir su heterogeneidad como punto de partida para reconocer la existencia de diferentes motivaciones, intereses, actitudes, aptitudes y expectativas de los y las estudiantes ante el conocimiento.