Domingo III de Cuaresma

III Domingo de Cuaresma (2,13-25):

La lectura de hoy nos muestra a Jesús entrando al Templo de Jerusalén y allí encontró que se había convertido en un comercio, donde todo se compra y se vende, donde existe un interés por el dinero. Jesús reacciona ante eso, de una manera que para muchos sorprende pero que habla de sus valores, de lo verdadero, de su raíz. Y es que el Templo se había convertido en comercio.

Hoy en día, estamos constantemente en la era donde todo se compra y se vende, donde muchas veces reina el “yo quiero”, “yo tengo” y no pensamos realmente en si eso realmente lo necesitamos, si nos hace bien, nos hace felices y, no es solo lo material, sino también nuestra manera de actuar, de sentir y pensar. Hoy Jesús nos invita a ser Templo, pero Templo de Dios, de los valores del Reino que no se compran, sino que se dan sin querer sacar ventaja.

Por eso la invitación es mirar tu Templo y pensar en ¿cómo está? ¿cómo siente? ¿qué necesita realmente?  Y así dejar actuar el Amor que no se compra y es Dios-Amor.

Sofía Díaz