Cada año que comienza renueva las esperanzas de recorrer nuevos e interesantes caminos. Un ciclo lectivo que se inicia abre las puertas a un universo deseado que se presenta como un abanico de posibilidades a transitar. Cada grupo que nos encuentra el primer día de clases en una sala de jardín nos desafía con la inmensa responsabilidad de sostener y acompañar los procesos infantiles desde la profesionalidad y la ética docente.
El período de inicio traza el rumbo del camino que se recorrerá a lo largo del año, todo lo que planteamos en esos primeros momentos deja una impronta a todo lo que seguirá en el camino que comienza.
La idea es que, durante este período, podamos trabajar la conformación del grupo y la construcción de códigos compartidos, el conocimiento y reconocimiento de las personas, espacios, objetos significativos de la institución.
Con la alegría de poder retomar ciertas prácticas grupales, nos proponemos presentar sectores de juego, espacios lúdicos y otras propuestas grupales que inviten a los niños y niñas a iniciarse en la dinámica de la sala, las rutinas y hábitos propios del jardín, el compartir con otros y otras y vincularse con nuevos adultos que se convertirán en significativos con el correr de los días.
